top of page

"Salamandras planeadoras", cuando la única opción para sobrevivir es aventarse de 100 metros de altura.

Foto del escritor: Colección Nacional  Anfibios y ReptilesColección Nacional Anfibios y Reptiles

La salamandra errante (Aneides vagrans) es una especie de salamandra de la familia Plethodontidae. Tiene una distribución disjunta, con una población en el norte de California en los Estados Unidos y otra en Columbia Británica, Canadá., esto ha provocado un debate sobre si esta distribución es el resultado de introducciones humanas o si tiene orígenes naturales, y esta última conclusión está respaldada por más evidencia. 

La mayoría de las salamandras viven en arroyos y debajo de rocas o troncos, pero la salamandra errante (Aneides vagrans) tiene un estilo de vida de altos vuelos. Estos anfibios de 13 centímetros de largo pasan gran parte o toda su vida en secuoyas costeras, algunos de los árboles más altos del mundo y aunque se sabe que unas 200 especies de salamandras de todo el mundo trepan por los árboles, nunca antes se había descrito el comportamiento aéreo de las salamandras.

Cuando son molestadas por un depredador en la copa de los árboles más altos del mundo, algunas salamandras se enfrentan a una tarea aparentemente desalentadora: navegar por el aire hasta ponerse a salvo a decenas de metros de profundidad.

Estas salamandras están diseñadas para planear: tienen un cuerpo relativamente plano, patas largas y pies más grandes en proporción a su cuerpo que los de la mayoría de las salamandras, dice Christian Brown, Biólogo de la Universidad del Sur de Florida. Este físico único las convierte también en buenas trepadoras.

Estas adaptaciones también sugieren que su destreza paracaídista es útil para otras situaciones, además de las caídas accidentales o la huida de los depredadores. Es probable que las salamandras puedan descender a nuevas alfombras de helechos (las plataformas de vegetación que se acumulan en las ramas de los árboles) para buscar pareja, agua o sombra, afirma. En apoyo de esta idea, un estudio reciente descubrió que las salamandras errantes tienden a resistirse a bajar a pie de los troncos de los árboles.



Al mismo tiempo, estos hábitats se han reducido drásticamente. Tras décadas de tala comercial, sólo queda un cinco por ciento de las secoyas antiguas originales de California; los incendios forestales siguen amenazando el resto. También es probable que el cambio climático altere el delicado entorno de niebla de las copas, lo que podría poner en peligro a sus habitantes.



En  | CNAR y CONAMPHIBIA A.C.

0 comentarios

Comments


bottom of page